El arte contemporáneo ha llegado a un punto en que “pasa” de ser útil o inutil, esta pregunta está mal hecha, lo bello, o lo decorativo ha pasado a mejor vida, ni siquiera es ya un sentimiento o una rebelión social, o crítica, es como “un estado emocional”. El arte es siempre la aguda arista crítica de la sociedad en la que vive desde evolucionado desde la cueva de Altamira, el artista prehistórico invocaba la caza y la fertilidad con sus representaciones, ahora, en arte contemnporáneo el tema debería ser el caos y la crísis, una emoción sensitiva. El valor del arte no reside en el precio que alcanza la obra, sino en el concepto en que el hombre lo crea y lo expone como parte de él. El artista no debería vivir de su arte, porque se corrompe, se deja domeñar por el cliente, que no pinta nada en la verdadera esencia creadora del arte. Ramon Fernández “Palmeral” (artista plástico).
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