Miguel, por Orihuela
voy a verte mañana.
En Madrid (treinta y cinco)
tu corazón saltaba,
amigo en Velintonia
tu canción empezaba.
Tanta es la muerte en medio
que la vida se calla.
Para vivir tu muerte
en silencio, en su alma,
que es la que el cielo dicta
Para mañana.
¿Y no es verdad, Miguel
que lo que importa basta,
que todo va sobrando
frente a lo que importaba?
No sé por qué pregunto
a esta noche callada
que en nada nos entiende
y viene de la nada.
Pero tiembla en le aire
Orihuela mañana
e impaciente la luz
el temblor de mi alma.
En el recuerdo siempre
-Teotihuacán callaba
con tu viva memoria-
mi corazón te alcanza.
Francisco Giner de los Ríos Morales
("De la luz recuperada", Poema de Alicante 1980) publicado en la pág. 662-663 de "Jornada hecha" Obras Poétias 1931-1992, Ayuntamiento de Málaga 2008.
Creíamos que Giner de los Ríos había dedicado un solo poema a Miguel en octubre de 1942, en "Cuadernos Americanos", México, uno de los primeros dedicados al poeta oriolano (le fallecieron el 28 de marzo de 1942) junto a Juan Rejano. Pero en 1980, aparece este poema. Por lo que da a entender e el poema es que Giner de los Ríos y Miguel Hernández se conocieron en 1935 en la casa de Vicente Aleixandre, en calle Velintonia,3, de Madrid.