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Como España carece de un Plan Hídrológico Nacional, no podemos aprovechar toda la lluvia que no llega en los invierno lluviosos. La culpa la tiene las 17 taifas o Comunidades Autonómicas.
El valor medio nacional de la península Ibérica de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre de 2024 hasta el 11 de marzo de 2025 se cifra en 405 mm, lo que representa alrededor de un 11 % más que el valor normal correspondiente a dicho periodo (364 mm).
Las cantidades acumuladas se encuentran por encima de sus valores normales en gran parte de la Península, especialmente en la región de Murcia y en áreas del este de la provincia de Teruel, del sur de Castellón o del interior de Valencia, donde las cantidades casi duplican esos valores. Este incremento en las precipitaciones sugiere una oportunidad estratégica para el aprovechamiento del recurso hídrico en la generación de energía eléctrica renovable.
Teniendo en cuenta que la península Ibérica es una región predominantemente montañosa, con numerosos ríos y cuencas hídricas que permiten la construcción de embalses, se podría impulsar un mayor desarrollo de centrales hidroeléctricas (las 10 mayores centrales de España construidas en tiempos de Franco). Este enfoque no solo contribuiría a una mayor independencia energética, sino que también podría representar un ahorro significativo en la importación de gas natural desde países exportadores como Argelia o Rusia.
El aumento de la capacidad hidroeléctrica en la región permitiría una mayor estabilidad en el suministro de energía renovable, reduciendo la dependencia de fuentes fósiles y ayudando a mitigar el impacto ambiental del consumo de combustibles convencionales. Además, la generación hidroeléctrica podría integrarse con otras fuentes renovables, como la energía solar y eólica, optimizando la producción y almacenamiento de energía.
En conclusión, el incremento en las precipitaciones registrado en la península Ibérica en 2025 debería ser aprovechado para fomentar el desarrollo de infraestructuras hidroeléctricas que permitan reducir la dependencia de combustibles importados. Este enfoque no solo fortalecería la seguridad energética del país, sino que también contribuiría a la sostenibilidad ambiental y económica a largo plazo.
Y como un 80 % de las lluvias van directamente al mar por los ríos, ramblas y canales, sin nada que lo regule, pasan las DANAs y otras desgracias.
Ramón Palmeral
Dayli-Telegram of Alicante
