La política fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez sigue en aumento, y el 2025 traerá consigo una nueva subida de impuestos que afectará tanto a las empresas como a las familias, generando un impacto cercano a los 18.000 millones de euros. Este incremento situará a España entre los países con mayor presión fiscal, superando el 37,3% del PIB registrado en 2023, según datos de la OCDE. Desde 2010, los impuestos y cotizaciones sociales en España han crecido más de seis puntos del PIB, y las perspectivas apuntan a más aumentos.
Desde la llegada de Pedro Sánchez al poder en 2018, se ha creado o incrementado al menos un impuesto al mes, alcanzando un total de 93 modificaciones tributarias entre 2019 y 2023. Estas medidas han generado un impacto acumulado de casi 42.000 millones de euros, lo que equivale a unos 2.200 euros por hogar. A esto se suman los planes para 2025, con una recaudación adicional estimada en más de 7.000 millones de euros, equivalentes a 371 euros por hogar, según el Instituto Juan de Mariana.
Por otro lado, las cotizaciones sociales también experimentarán un aumento significativo. La subida de las bases máximas afectará a 1,2 millones de trabajadores, mientras que el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) añadirá un coste medio de 215 euros para empresas y empleados. La nueva cuota de solidaridad supondrá entre 550 y 1.100 euros anuales, de los cuales las empresas asumirán el 83%. En total, el incremento de recaudación por cotizaciones sociales superará los 177.300 millones de euros, un 6,5% más que en 2024, con un impacto adicional de 10.900 millones de euros.
Además, en 2025 se reactivarán impuestos que habían sido reducidos durante la pandemia y la crisis de Ucrania. De las 46 medidas recaudatorias propuestas por el Gobierno, 12 ya han sido aprobadas. Entre estas, destaca el retorno del IVA en alimentos básicos al 4%, 7,5% o 10%, dependiendo del producto, a partir del 1 de enero.
También se eliminarán ciertos beneficios fiscales. El IVA reducido del 10% en electricidad, vigente desde 2022 para contratos de menos de 10 kilovatios, volverá al 21% en 2025. Asimismo, desaparecerán las deducciones en el IRPF para la compra de coches eléctricos, que hasta 2024 permitían una rebaja del 15% con un máximo de 20.000 euros, así como los incentivos fiscales para la instalación de puntos de recarga en viviendas.
En resumen, el año 2025 se perfila como un periodo de elevada presión fiscal, con medidas que impactarán de forma considerable tanto a hogares como a empresas.
