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El presidente de Gobierno controla tres elementos fundamentales del Estado: El Congreso, el BOE y la TVE. Por lo tanto el símbolo socialista del miura que, tiene las rodillas que le tambalean pero no está previsto que caiga en breve plazo, resiste, necesita más castigo de los Junts de Puigdemont, de Sumar, de sus socios, de la oposición derechista desunida; es decir, más materialización del desastre que se le avecina a los españoles.
Pedro Sánchez y su situación política: Describes a Sánchez como un líder que todavía tiene tiempo antes de "caer de la higuera", sugiriendo que, pese a las dificultades, sigue manteniendo el control. Este planteamiento se refuerza con la idea de que un adelanto electoral, algo que en el pasado le ha favorecido, ya no le ofrece las mismas garantías. La situación es más delicada y compleja, sin incentivos claros para adelantar elecciones.
La relación con los independentistas: Aunque se podría pensar que el mayor desafío de Sánchez proviene de la dependencia de los partidos independentistas (como Junts de Puigdemont) para mantener la mayoría, en realidad parece que hay otros factores internos que pesan más en la viabilidad de la legislatura. La "infección" de la herida independentista es relevante, pero no necesariamente decisiva en el futuro inmediato del Gobierno.
La atomización de la izquierda: Uno de los puntos clave de mi reflexión es la fragmentación dentro de la izquierda, especialmente con el partido Sumar y Podemos. Este es un problema real para la coalición, ya que una izquierda dividida puede comprometer seriamente las posibilidades de revalidar el gobierno. Podemos, que parecía haber quedado relegado, está recuperando terreno a expensas de Sumar, lo que agrava la situación.
El papel de Yolanda Díaz y Sumar: Con Yolanda Díaz al frente de Sumar, pero aparentemente en una situación de desgaste, hay una apuesta dentro del Gobierno por promover nuevos liderazgos, como el de Ernest Urtasun. Esto muestra que en el seno del PSOE hay preocupación por la capacidad de Sumar de mantener su relevancia y evitar que Podemos absorba su base electoral.
La estrategia del PSOE: Históricamente, el PSOE ha jugado una estrategia de “opa hostil” con sus socios menores, pero ahora parece estar adoptando una postura más conciliadora para evitar que Sumar se hunda. Esto se refleja en las oportunidades que se le están dando a figuras emergentes, buscando revitalizar la coalición. Aún así, el éxito de esta estrategia no está garantizado, y la debilidad de Sumar sigue siendo una fuente de preocupación para Sánchez.
En conjunto, la situación es incertidumbre pero no alarmante, con múltiples frentes abiertos pero no debe caer todavía. Sánchez aún tiene margen para maniobrar, pero la fragilidad de la izquierda en su conjunto, y la dependencia de aliados poco fiables, podría complicar la recta final de la legislatura; es decir, que no debe caer todavía porque el bloque de izquierda volvería a ganar. Sánchez necesita más castigo.
