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El paseo de la Explanada adquirió su forma y estilo actuales durante la década de 1950, cuando bajo la alcaldía de Agatángelo Soler se decidió pavimentar el paseo con un mosaico de mármol distintivo, con palmeras a los lados de cada calle. Luego llegó
el mosaico en el suelo, El
pavimento de la Explanada se compone de 7,5 millones de teselas de mármol, nada menos, de tonos rojo Alicante, crema Marfil y negro Marquina. Otros autores la rebajan a 6,6 millones. En realidad nadie sabe exactamente cuantas hay. Forman un diseño ondulado de las olas del mar. El mosaico se inspiró en el pavimento de la plaza del Rossio, en Lisboa,
muy bella, por cierto, utilizando mármoles de canteras de Novelda,
Pinoso, Algueña y Monóvar. Nació la idea de un viaje de Soler y el
arquitecto Francisco Muñoz a Lisboa. Se repararon en 2009 y en 2023.
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