(Guardia Civil en la batalla de Tetuán de 1860- Fragmento de un cuadro de Dionisio Fierro)
HISTORIA DE LA GUARDIA CIVIL EN LA GUERRA DE ÁFRICA
Ramón Fernández “Palmeral”
La presencia de la Guardia Civil en el norte de
África (Marruecos se independizó en 1956) fue permanente a partir de las primeras campañas de Marruecos entre 1859-1860, en la que fueron enviadas 70 hombres de Caballería y otras 75 de Infantería de la Guardia Civil, mandados por un capitán, oficiales y
suboficiales, organizados en una compañía y escuadrones, para unirse a tres
cuerpos de Ejército de soberanía de un total de cuarenta mil hombres, al mando
del general Leopoldo O´Donnell, conde de
Lucena, a la sazón Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra en el
reinado de Isabel II. El objetivo era la
conquista de Tetuán (zona de Yebala) que tenía una importante población de
origen andaluza. La guerra concluyó tras la batalla de Wad-Ras. Aunque otros
historiadores opinan que fue una maniobra de invasión y distracción para
acallar la intrigas palaciegas y los pronunciamientos de algunos militares.
Tenemos testimonios sobre los importantes servicios de
la Guardia Civil a través de los escritores Pedro Antonio de Alarcón en
su Diario de un testigo de la guerra de África, Editorial Gaspar y Roig, Madrid, 1859, (que
contiene abundantes ilustraciones) o la obra del corresponsal de Las
Novedades, Gaspar Núñez de Arce. Ambos elogiaron la bizarría, valor y
disciplina de estos veteranos soldados que se entregaron bravamente a la misión
encomendada bajo el principio irrenunciable que les legó el Duque de Ahumada en
el artículo primero de su Cartilla Militar: «El honor ha de ser la principal divisa del Guardia
Civil, debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se
recobra jamás».
Famosa fue la batalla de Tetuán. El 1 de enero de 1860, el general Prim avanzó en tromba hasta la desembocadura de Uad el
Jelú con el apoyo al flanco del general Zabala y el de la flota que mantenía a
las fuerzas enemigas alejadas de la costa. Las refriegas continuaron hasta el
31 de enero donde fue contenida una acción ofensiva marroquí. O'Donnell inició
la marcha hacia Tetuán, con el apoyo de los voluntarios catalanes, arrolló a 35.000 marroquíes. Recibía la
cobertura del general Ros de Olano y de Prim en los flancos. La presión de la artillería española desbarató las filas marroquíes hasta el
punto de que los restos de este ejército se refugiaron en Tetuán, y cayó el 6
de febrero de 1860, donde tenemos testimonio pictórico de Dionisio Ferrer de un guardia civil a
caballo.
Otros libros más recientes es el de Carlos Canales,
Editorial Medusa, y comentado por Dani Alfonsea, octubre 2001, nos informa:
«La
Guerra de África saca del cuasi-olvido una guerra que podría considerarse
la última guerra romántica de España. Fue éste un conflicto breve, pero
sangriento, con auténticas batallas campales contra el ejército del Imperio de
Marruecos, a diferencia de los diversos enfrentamientos fratricidas librados en
la Península o los interminables combates contra las guerrillas rebeldes en
otros conflictos exteriores».
En realidad el llamado Imperio de Marruecos, que
dice Carlos Canales, no existía, ya que Marruecos era un entramado de
sultanatos de los saadí, los alauitas, una serie de cabilas, siempre rebeldes a
una ocupación como Ceuta y Melilla, las cuales pertenecen a España desde el
mediado del siglo XVI, y anteriormente a los portugueses. No se independizó
hasta 1956 cuando Francia y de España de la dieron.
A la Guardia Civil en Marruecos le constan hechos
de guerra y bizarría en sus misiones durante su peculiar servicio de orden
público: distribuidos por parejas ponían
orden en los zocos, alrededores de las mezquitas, mantenían a raya a los
ladrones y descuideros además ejercían el servicio de policía militar en los
campamentos del ejército español, más de los servicios de escolta al propio
conde de Lucena, comisarios o altas personalidades, puesto que eran los únicos
militares profesionales de absoluta confianza del mando, los soldados más
disciplinados imbuidos del espíritu de su fundador (El Duque de Ahumada y de
las Amarillas ), basado, fundamentalmente en el honor y la disciplina. Las demás
tropa del Ejército procedían del reclutamiento forzoso o de reemplazo. La victoriosa campaña sobre Tetuán concluyó
con un desfile militar en Madrid, la Guardia Civil tuvo el honor de
encabezarlo. Estas victorias le valieron al general Leopoldo O´Donnell el título de duque de
Tetuán, y más tarde nombrado Presidente del Consejo de Ministros.
El tema pictórico de la Guerra de África tuvo un gran éxito entre los pintores de la
época. Podemos mencionar entre otros a Mariano Fortuny, Eduardo Rosales, Vicente Palmaroli, Ricardo
Balaca, Dionisio Fierros, o Francesc Sans.
(Batalla de Tetuán de 1860, por Dionisio Fierro, pintado en 1894 ante de su muerte)
Otro episodio glorioso fue la batalla de Wad-Ras o Wad-Rás, también llamada de Vad-Ras
o Gualdrás (wad-ra's 'cauce', 'valle alto'), fue un episodio
bélico ocurrido el 23 de marzo de 1860 dentro de la campaña de Marruecos (1859-1860) que,
junto con las batallas
de Los Castillejos y Tetuán, completó la actuación de España en el norte de
África para reducir las hostilidades de las bandas rifeñas contra la plaza de Ceuta. La dirección del tercer proyecto de los leones de
la Cortes volvió a recaer sobre Ponciano
Ponzano. El 23 de marzo de 1860, el Ejército español consiguió una gran victoria
en la batalla
de Wad-Ras, en la Guerra
de África, tomándose unos cañones al enemigo. Tales cañones se entregaron a
Ponciano para hacer los leones del Congreso, siendo fundidos en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla en el año 1865, con operarios de la Fábrica
de Artillería de Trubia y
de Sevilla
La Guardia Civil de Ifni
La soberanía española de Sidi Ifni quedaba reconocida por el sultán
de Marruecos mediante el Tratado de Wad-Ras, firmado el 26 de abril de
1860. Por causas políticas y las contradictorias interpretaciones de la
histórica ubicación de Santa Cruz de la Mar Pequeña, en 1883
ambas naciones establecieron que Sidi Ifni correspondía a la plaza fuerte castellana del siglo XV
de Santa Cruz de la Mar Pequeña (desde la conquisra de las Islas Canarias en tiempos de los Reyes Católicos en 1476) a la que refería el Tratado de Wad-Ras. Definiticamente se ocupó en 1934 de la Segunda República, en el gobierno de Lerroux y creo la Guardia Civil de Ifni. De perdió en la Guerra de Ifni de 1959.España y Marruecos firmaron el 1 de abril de 1958 los Acuerdos de Cintra,
por los que se cedía Cabo Juby (con capital en Villa Bens, actual
Tarfaya) a Marruecos en junio de 1958, en cumplimiento de los acuerdos
de independencia de Marruecos en 1956
La Semana Trágica de Barcelona
Tras la Conferencia de
Algeciras celebrada en enero de 1906, representada por doce naciones Francia y
España, se decidieron una serie de reformas, respetando la soberanía de
Marruecos, en la que, al legitimarse la
«protección o administración» europea sobre el citado país, se dio luz verde a
las aspiraciones españolas, que fueron sin embargo recortadas, debido a la
pugna imperialista que enfrentaba a Francia, Inglaterra y Alemania. No se
cumplieron los acuerdos, y, a consecuencia de ello se rebelaron las cabilas
marroquíes, y como represalia se produjo el bombardeo francés de Casablanca en
julio de 1907. Esta zona atlántica marroquí fue ocupada por Francia hasta 1963
en que le dio la Independencia. España Tenía Larache, Sidi Ifni, Cabo Yuby y el
Sahara Español.
La guerra de Marruecos se reanudó otra vez tras la
emboscada o encerrona a las tropas españolas por las cabilas rifeñas en el Barranco del Lobo en 1909, cerca de
Melilla, donde perdió la vida el general Guillermo Pintos Ledesma, oficiales y
decenas de soldados e importante material de guerra. Como era de esperar el
gobierno español propuso una campaña de castigo y represalia a los supuestos
rebeldes rifeños. La incorporación de reservistas y soldados de cuota (cantidad
de 2.000 pesetas que pagaban los soldados adinerados por librarse del
reclutamiento o contratar a un sustituto),
ocasionaron profundo malestar y huelga general y dio lugar el 26 de
julio de 1909 a la Semana Trágica de Barcelona. M. Tuñón de Lara en su libro El Movimiento obrero en la Historia de
España, escribe:
El saldo trágico de aquellos días era: tres muertes y 27 heridos por parte
del ejército de seguridad; una muerte y 46 heridos de la Guardia Civil; 82
muertos y 126 heridos de la población civil (102 muertos según fuentes no oficiales);
cuatro muertos y 18 heridos de la Cruz Roja.
Los detenidos eran casi un millar. El 13 de agosto fueron fusilados los
obreros José Miguel Baró, Antonio Malet, Ramón Clemente y el guardia de
seguridad, Eugenio del Hoyo, que había hecho causa común con los insurrectos.
Francisco Ferrer fue detenido y acusado, con pruebas más que dudosas, de «autor
y jefe de la rebelión». Ferrer, que no era ni podía ser dirigente de nada, fue
la víctima expiatoria. Condenado a muerte, Maura se negó a que el rey otorgase
indulto. La Cierva dijo que «iba a liarse la manta a la cabeza», e hizo
declaraciones como ésta: «La fiera está en el cubil; la tenemos acorralada; hay
que hostigarla para que salte y acabemos con ella.»... y para ello envió de
gobernador de Barcelona a un amigo personal suyo, Crespo Azorín. El 13 de
octubre era ejecutado Ferrer, y la indignación se extendió por todo el país y
por Europa y el mundo entero.
La llamada Semana
Trágica terminó con la caída del presidente de gobierno Antonio Maura, jefe
del partido Conservador, por la muerte de cinco soldados y unos cien civiles
muertos. Restablecido el orden
y reiniciado el conflicto bélico en el Norte de Marruecos, el alto mando solicitó nuevamente los
servicios de la Guardia Civil, esta vez acudió con un importante contingente,
que con los que ya existían destinados en Ceuta y Melilla, arrojó un total de 5
oficiales, 95 de Infantería y 35 de Caballería para Ceuta, y 2 oficiales y 21
guardias para la de Melilla en tres Puestos:
Mar Chica, Tres Forques y Gurugú.
En 1911
empezó la campaña del río Kert, límite o frontera del que se había acordado no
pasar por aparte de ambos bandos. El general Berenguer creó una Unidad de
mercenarios marroquíes destinada a la vanguardia, con el nombre de Fuerzas
Regulares, al mando de oficiales españoles (estos iban a caballo). Hubo
también un nuevo aumento de fuerzas de la Guardia Civil. El periódico el Telegrama del Rif,
fundado en 1902 por Cándido Lobera, comandante del ejército y periodista, llamó
al jefe sublevado «Santón Abmisían», nombre de Mohamed Amezián, considerado shrif
o noble nacido en San Juan de las Minas al oeste de Nador. En mayo de 1912
el «Santón Abmisián» calló acribillado por las Fuerzas Regulares Indígenas,
al creer que no iba a ser atacado por los mercenarios marroquíes.
Finalmente, el Protectorado español de Marruecos
fue instaurado en 1912. España se
encargó de la región del Rif, (zona montañosa al Norte de Marruecos, y el resto
del territorio gestionado por Francia).
Sin embargo, desde una fecha anterior, 1909, hasta 1927, el Protectorado
hispano-francés estuvo seriamente comprometido por la resistencia de los
rifeños a aceptar el dominio español en la zona de conflicto, lo que se tradujo
en violentos enfrentamientos que produjeron innumerables bajas para la
población.
Para evitar la expansión francesa en la zona
atlántica fueron ocupadas las localidades portuarias de Larache, Arcila y
Alcazalquivir en el interior que comunicaba con Tetuán. Tánger quedó bajo un
régimen de administración internacional, años en los que aparece en escena
Ahmed El Raisuni, instalado en su refugio de Tazruf en la cabila Beni Aaros,
reticente por no haber sido nombrado jalifa (gobernador supremo dependiente del
Sultán, el califato se pretendía establecer en Tetuán). Se cometen unos
secuestros en Tánger y sus alrededores, el primer secuestrado fue el hijo de un
armador inglés llamado Perdicaris, un millonario norteamericano de origen
griego, y también secuestraron a un
británico consejero del sultán Abd-El-Azís. Cuando el presidente norteamericano
Theodore Roosevel tuvo noticias del secuestro, sentenció a la manera que le era
propia a los norteamericanos: Perdicaris vivo o Raisuni muerto.
El Raisuni declara la guerra contra los intereses
españoles entre Larache, Arcila, Alcazalquivir y Tetuán. Se celebró una
entrevista entre el Raisuni y el general Manuel Fernández Silvestre en Tánger
en febrero de 1913, no llegaron a un acuerdo, como si el interés por continuar
la guerra les fuera más rentable.
En 1915 las fuerza de la Comandancia de la Guardia
Civil en el Protectorado de Marruecos, se componían de un comandante, tres
capitanes, 12 tenientes y 344 clases y tropa que tuvo destacada actuación en la
ocupación de Xauen en octubre de 1920, entraron en la ciudad escoltando al general
Berenguer, como puede verse en un cuadro
del pintor impresionista granadino Ariola Bertuchi (1884-1955), entrando
a caballo por las puertas de la ciudad Marroquí. Desde marzo de 1921 la Comandancia de
marruecos tenía 4 compañías de Infantería con cabecera en Ceuta, Tetuán,
Melilla y Larache, con un escuadrón de caballería en Ceuta y dos secciones, una
en Melilla y otra en Larache.
La Compañía de Melilla, estaba
mandada por el capitán José García Agulla, contaba con la plantilla más
reducida, tan sólo 75 hombres, compuesta por dicho capitán, 2 tenientes, 1
alférez, 46 clases de tropa de Infantería. El teniente Fresno era el jefe de
Línea de Nador cerca de la Mar Chica.
(Apunte de un militar por Fortuny)
2.- Contexto histórico
Entre 1890 y 1893 hubo agresiones por parte de
Marruecos a Melilla y a las plazas de Ceuta y Tánger, lo que provocó que el 7
de octubre de 1904 tuviera lugar el convenio franco-español sobre el
Protectorado de Marruecos, del reparto le tocó a España la parte Norte del Rif, la ocupación real no se inició hasta 1912, ese año el rey
Alfonso XIII visitó el Rif, Los
franceses fueron muy ambiciosos cuando hicieron el reparto de Marrueco, ellos
se quedaron con la zona Suroeste más rica y poblada, y a España nos dejaron el
Norte con las rocas desérticas del escarpado Rif.
En las revistas Blanco y Negro (halladas
en el viejo horno de la Acebuchal) aparecen las fotos de los oficiales
fallecidos en Marruecos, pero no hay fotos de soldados, la respuesta puede ser
que el Ejército, por premura y economía, no
hacía fichas con fotos a los soldados, eran de reemplazo forzoso. En el número 1.576, de dicha revista, hay una foto central de un bigotudo general,
al pie “Comandante General de Melilla D. Manuel Fernández Silvestre, muerto
frente al enemigo en la población” Cuando en realidad nada se supo de él. En la
misma revista fotos de las operaciones contra Beni Aros y otras dos fotos de
embarque de ganado y material de guerra en los puertos de Sevilla y
Cartagena. En el número 1.587, más
fotografías de la guerra de Marruecos, posición de Atlaten. También hay una crónica firmada por un
corresponsal bajo seudónimo Aemece, (AMC) escribe literalmente: “...El asalto al Gurugú por la columna del
general Sanjurjo resultó relativamente fácil. El avance tenaz de los nuestros,
favorecido por los efectos de pánico entre los moros, hicieron lo demás, y la
bandera española se izó de nuevo, arrogante y gloriosa, en las crestas del
macizo...” “...Abd-el-Krim, el caudillo
de las masas salvajes de la rebelión, había asistido desde cerca al espectáculo
de la derrota de los suyos en las lomas de Atlaten y los valles de
Segangan.”
También aparecen fotos de oficiales muertos,
entre ellas la del teniente de Intendencia D. Ricardo Iglesias Gonzáles, muerto
en la fábrica de harinas de Nador. En
el número 1.590, arco de la entrada al cuartel de Monte Arruit, con soldados
muertos de la columna que fue del general Navarro. Y en las sucesivas páginas
nueve fotos de oficiales muertos, nunca de soldados, se ve que esas fotos no
las tenían en los archivos del Ministerio de la Guerra.
La Primera guerra del Rif, es una campaña que
tuvo lugar entre 1893-1894. En este caso, la lucha no fue contra el sultanato
de Marruecos, como había sucedido 34 años antes en la llamada Guerra de África
de 1859 a 1860, sino contra las cabilas que rodeaban Melilla. También se llamó
la «Guerra de Margallo» por el nombre del apellido del gobernador de Melilla,
debido a las tensas relaciones entre españoles e indígenas rifeños al comenzar
la construcción de una fortificación cerca de la tumba de una persona santa
musulmana.
La Guerra de
África provocó La Semana
Trágica en Barcelona, de Julio de 1909, donde hubo un instigador masónico
el “Hermano Cero” o Francisco Ferrer
Guardia, fundado de la “Escuela Moderna”, nido de anarquistas revolucionarios
según unos, y peligrosos según la Iglesia y la alta burguesía catalana porque
sus enseñanzas eran laicas y además las clases eran mixta (alumnos y alumnas
juntos).
Al Presidente del Gobierno Allendesalazar, vasco para más señas
y cabeza de turco, le costó el cargo y fue sustituido por Antonio Maura. El general de división Juan Picasso González
(primo hermano del pintor malagueño) fue nombrado juez togado instructor para
el esclarecimiento de los hechos y dar a entender que el general Fernández
Silvestre, africanista, era un inepto de la Corte, y que no oyó los consejos de
los Coroneles y demás Oficiales a sus órdenes.
No se pueden obviar los principios fundamentales del arte de la guerra:
la voluntad de vencer, la libertad de acción y la capacidad de ejecución, pero
sobre todo la información
Uno de los muchos errores que
cometió España en el Protectorado, fue no tratar a los rifeños como iguales, y
en lugar de una explotación colonial haber realizado un programa de
integración, mediante el respeto de sus leyes, religión, lengua y costumbres. Cuya
opinión lo refrenda el escritor Lorenzo Silva, de su libro Del Rif a Yebala:
«En 1921, poco
después del desastre, un antiguo médico de la Compañía de Minas del Rif, Víctor
Ruiz Albéniz, resumía así la aventura española en Marruecos:
«Nosotros lo hemos hecho así: hemos ido al Rif, hemos
luchado en el Rif, hemos vivido en paz en el Rif, y todavía no sabemos nada del
Rif ni de los rifeños; así nos está saliendo la descabellada empresa en que nos
vemos metidos».
3.- El desastre de Annual
El comandante general de Melilla era Manuel
Fernández Silvestre, que desoyendo las sugerencias de sus oficiales asesores, y
deseoso de agradar al Rey Alfonso XIII con una importante victoria militar para
acallar a la oposición, realiza una incursión muy arriesgada a unos 90
kilómetros al Oeste por las montañas del interior, intentando llegar a la
ciudad de Alhucemas, territorio de los Beniurriagel por las montañas.
Tomo notas
del Expediente Picasso:
...arriesgada incursión en la kábila de Tensamán, sobre la izquierda del río
Amekran, raya virtual por entonces de la zona sometida, en demanda del áspero
contrafuerte de cabo Kilates, con decidido propósito de alcanzar el río Neckor
y la bahía de Alhucemas, y que en su primera etapa se traduce en efímera
ocupación de monte Abarrán, sin preparación ni medios adecuados, prólogo de la
catástrofe provocada en aquel territorio.
Hasta Annual,
localidad situada a unos noventa
kilómetros al oeste de Melilla, establece su cuartel general en la ribera
derecha del barranco de Aghzar Ameqrán o Amkrán, en un llano, sin
fortificación, se vio atacado por el rifeño rebelde Abd-el Krim el Jatabi
natural de Axdir, de la cabila de Beniurriagel nombrado emir del Rif; más
varios dirigentes históricos reunieron una importante fuerza de las cabilas en
nombre de la yihad o guerra santa
y en los días 16 y 17 de Julio de 1921 ocurrió el desastre militar español.
Las fuerzas
españolas fueron atacadas por las harcas rifeñas, cercados, y, sin alimentos ni
agua, pasando mucha hambre y sed, se produjo una desorganizada retirada en la
que murieron según unos autores: diez mil hombre, otros dice que nueve mil.
Tras una desorganizada retirada del monte Arrabán, territorio de Tensaman, se
refugiaron en el campamento del Monte Arruit. El expediente del general de división
Juan Picasso González, fechado el 18 de abril de 1922 no arroja luz sobre el número total de víctima.
Saco algunos datos del informe:
...el
mando no tenía confianza en los subordinados, y lo que acaso fue origen de la
desbandada que siguió a la evacuación,
puesto que los mismos que habían de dirigir a la tropa se encontraron
sorprendidos y desorientados ante un acto que ni podía suponer, ni creemos que
tenga antecedentes, ni aún que pueda tener repetición en la historia militar.
En las cuatro horas
aproximadas que duró el desastre murieron un total aproximado de 2.500
españoles, a los que hay que sumar 1.500
en total, de las posiciones de Talilit, Dar Buymeyan, Intermedias B y C,
Izumar, Yebel Uddia, Mehayast, Axdir Asus, Tuguntz, Yemaa de Nador, Halaun y
Morabo de Sidi Mohamed, todos muertos. Quedaron 692 prisioneros españoles de
los que sobrevivieron 326. A su regreso a España no fueron recibidos por el rey
Alfonso XIII. En realidad es que se desconoce con exactitud cuándo soldado
tenían, ni cuántos murieron.
Unos autores
aseguran que el general Silvestre se suicidó, suceso improbable y, si es así
por qué no apareció su cadáver, otros aseguran y es la versión más creíble que
fue torturado por los rifeños, se cree que
lo pasearon por las calles como trofeo de guerra, y luego quemaron su
cuerpo para hacer desaparecer las pruebas del asesinato alevoso.
Tras esta importante victoria, las harcas rifeñas
se dirigieron al fuerte del Monte Arruit, amurallado y con dos torres, que servía de base intermedia entre Annual y
Melilla, tenía una estación de ferrocarril. El 9 de agosto de 1921 estaba
mandado por el general Navarro, y unos 2.800 hombres, muchos de ellos
supervivientes de la retirada de Annual.
Tras un asedio se acordó la rendición bajo palabra de respetar sus vidas, y
fueron hechos prisioneros –según el libro del periodista Luis de Oteyza Abd-El
Krim y los prisioneros, Ciudad Autónomo de Melilla, año 2000. Un general,
42 oficiales, 411 suboficiales y tropa y 32 civiles. Seis o siete meses después fueron liberados
con un recate de 80.000 duros de plata (3.200.000) pesetas que aportó el
industrial vasco Horacio Echevarría, más la devolución de una cincuentena de
prisioneros rifeños. Tras el desastre de Annual y Monte Arruirt, la
Prensa hizo leña como es de costumbre y juicios políticos, en el sentido de que
si en África en vez de haber mandado a soldados inexpertos y mal pertrechados
se hubieran enviado tercios de la Guardia Civil, con la décima parte si
hubieran conseguido avances rápidos.
Una novela imprescindible para
conocer en profundidad lo sucedido y las miserias en los blocaos, basada en
hechos reales, es Imán del periodista Ramón J. Sender. También hubo traidores entre los españoles y
rendiciones injustificadas. Francisco Franco o El Comandantín, como le llaman sus compañeros por su juventud y
baja estatura, también hizo sus pinitos de escritor en Diario de una
bandera, llena de tópicos militares, sin valores literarios.
De las culpas del desastre de
Annual, tampoco se escapó de ser
censurado y acusado de negligencia por el Expediente Picasso el general
Dámaso Berenguer, que herido en su orgullo se defendió de dichas acusaciones
con el libro Campañas del Rif y Yebala 1919-1921.
La ciudad de Melilla se salvó, bien porque Abd-el- Krim, Al-Jattabi no sabía de las
debilidades de la ciudad desprotegida, o no quiso complicaciones internacionales
o porque se lo impedían la resistencia de localidades cercanas como Zeluán, San
Juan de las Minas, Segangan o Nador. La guarnición de Zeluán
acudió al socorro del Monte Arruit, en Zeluán sólo quedaría un puesto la
Guardia Civil que al quedarse sin municiones pactaron una rendición, los
rifeños no lo respetaron el acuerdo y los degollaron salvajemente. Las
distintas fuerzas no pueden replegarse y se refugian en Nador, son cercados, cuentan con 184 combatientes,
dos mujeres y dos niños, no tienen agua ni bebidas, además, el agua en Marrueco
no se podía beber salvo arriesgándose a las fiebres palúdicas. Entre los
defensores hay una sección de la Guardia Civil. El teniente coronel Francisco
Pardo Agudín de Infantería organiza la defensa el teniente Ricardo Fresno
Urzay, Jefe de Línea de Nador, el alférez Lisardo Pérez era el comandante de
Puesto de Segangan, con guardias y soldados se hace fuerte en la torre de la
iglesia de Nador, el resto toman la fábrica de harinas y electricidad, único
edificio que ofrecía garantías de defensa. Resistieron diez días a base de
galletas y sin agua, no sin antes demostrar actos de heroísmo por los guardias
Callejón, Almárchar, Laureano Lozano y otros.
Años después, el 25 septiembre de 1925 dos flotas
españolas y con ayudas de la aviación
francesa desembarcaron en la bahía de Alhucemas unos 13.000 soldado, al mando
del general Miguel Primo de Rivera, y
como jefe ejecutivo el general José Sanjurjo. Entre los jefes se encontraba el coronel Francisco
Franco, quien por su actuación al frente de las tropas de Legión fue ascendido
a general de brigada. Esta operación de
desembarco mar-tierra, fue estudiada en 1945 por el general estadounidense
Eisenhower para el desembarco de Normandía.
Llegó la forzada paz y la desaparición del
Emirato del Rif tras la rendición de Abd-El-Krim al ejército francés. Fue deportado
autoridades francesas a la isla de
Reunión, cerca de Madagascar. España reclamó la extradición de Abd el-Krim, en
vano. Se escapó de su confinamiento y murió en El Cairo (Egipto) en 1963.
Francia y España le dieron la independencia a Marruecos el 17 de abril de
1956. Mohammed V llegó a Madrid el 4 de
abril de 1956 y Franco le recibió al pie de avión. España reconoció la
independencia de Marruecos y su plena
soberanía, excepto Infi, algunos islotes (Perejil). Las ciudades autónomas de
Ceuta y Melilla son territorios históricos españoles de propio derecho.
En enero del 2005 el Rey Juan Carlos I visitó
Marruecos y se entrevistó con el rey marroquí Mohamed VI, en un abrazo de
cooperación económica y cultural, y han acordado fundar la Universidad de los
Dos Reyes, cerca de Tetuán. Lo que es una muy buena noticia de buen
entendimiento entre dos vecinos enfrentados a través de la historia.
Notas del libro: El héroe de Nador
Amazon
Alicante, 16 de abril de 2024